Durante muchos años, y en múltiples conversaciones, se plantea la discusión sobre si el seguro es una INVERSIÓN o un GASTO y la respuesta no es sencilla, ya que cada persona tiene su punto de vista.

Viéndolo desde una perspectiva general, la finalidad del seguro es evitar una situación financiera complicada en el momento de un imprevisto al que, posiblemente, no se tenga los recursos para afrontarla. Ciertamente, todo aquel que ha pagado, durante un tiempo considerable, un seguro de salud, de carro y/o de vivienda y hasta ahora no le ha dado uso, posiblemente considera que el seguro ha sido un gasto. Sin embargo, al verlo desde otro punto de vista, se puede asumir que durante ese tiempo se ha invertido en la paz interna y tranquilidad personal. Al contar con un respaldo económico, podemos disfrutar de vacaciones, actividades deportivas y demás, con la tranquilidad de que estamos asegurados ante cualquier imprevisto.

Por otra parte, todo aquel que tiene un seguro y lo ha usado, especialmente en momentos críticos y eventos con altos costos, probablemente lo considera una de sus mejores inversiones. Sobretodo, si el monto pagado por la aseguradora superó las primas pagadas durante años.

El seguro indemniza situaciones no esperadas en las que el afectado deberá desembolsar, en muy corto tiempo, sumas de dinero que pueden desestabilizar la economía personal o familiar, e incluso, comprometer el futuro del afectado cuando no se dispone de los recursos para solventar la situación.

Nadie esta exento de atravesar una situación inesperada que afecta tanto el patrimonio como los bienes propios o de la familia. Estos eventos desafortunados, en personas que no cuentan con un seguro, han provocado mayores problemas para ellos, como vender los bienes, pedir préstamos, perder el auto, no contar con una vivienda, etc., por un imprevisto o por no contar con los recursos para cubrir el gasto. De allí la importancia de que las primas sean el resultado de estudios actuariales correctos y de estudios de probabilidades. Las aseguradoras deben tener suficiente prima para afrontar situaciones complicadas que pueden suceder en cualquier momento, en cualquier lugar y por cualquier causa siempre que esté contemplada en el contrato de seguros.

Al saber que la única póliza de la cual estamos seguros que la utilizaremos es la póliza de vida con valor de rescate, podemos considerarla como un instrumento de ahorro, ya que nos obliga a invertir un monto fijo anual con la garantía de que se recibirá lo invertido al final del tiempo acordado, o que los familiares recibirán la suma asegurada si la persona fallece antes de lo contemplado.

Debido a que los seguros cubren eventos impredecibles y repentinos, se puede concluir:

EL SEGURO ES UNA INVERSIÓN Y NO UN GASTO Y SI NUNCA SE USA, GENERA TRANQUILIDAD.

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